LO QUE ESCONDE LA NADA
Jamás dije Nada,
a pesar de que él,
era mayor que yo
y más fuerte...
podía haber
despagado los labios,
pero no dijo Nada,
yo tampoco.
Me callé, mi Silencio,
era tanto o más grande,
que la Nada que lo abarcaba,
cabía en su interior...
se parecían tanto,
que llegué a confundirlos,
a él,
al Silencio,
a la Nada.
Abril en Otoño 2013
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