No te puedo pensar
sería, convenientemente.
No puedo domesticar
mis mil mariposas.
Cada una de ellas
se detiene en una flor,
la que más le gusta
la que más le atrae.
Y cada una de ellas,
levanta el vuelo,
caprichosamente,
al azar.
¡No puedo detenerlas!
Dime,
¿cómo puedo pensarte,
sería, convenientemente?
Mil mariposas,
caprichosas,
azarosas,
atrevidas,
e inconvenientes.
ABRIL