El caso es
que puse a prueba
la ley de la
gravedad,
y
gané...-nó, -né, -nó, -né,
noné, nenó,
noné, nenó,
nenó, noné,
nenó, noné,...
y no se
abrió,
ni el
principal,
ni el
auxiliar...
noné, nenó,
noné, nenó,
nenó, noné,
nenó, noné,...
Y caía,
caía, caía, caía,...
-ía, -ía,
-ía, -ía,...
Entonces
puse a prueba
una segunda
ley no nata,
la dualidad
cuerpo – alma,...
noné, nenó,
noné, nenó,
nenó, noné,
nenó, noné,
caía, caía,
caía, caía,
-ía, -ía,
-ía, -ía,...
sin
resultado aparente,
porque...
noné, nenó,
noné, nenó,
nenó, noné,
nenó, noné,
caía, caía,
caía, caía,
-ía, -ía,
-ía, -ía,...
Otras en
mente
eran menos
evidentes,
equilibrio
universal,
rozamiento,
fuerzas
centrípetas y centrífugas,...
noné, nenó,
noné, nenó,
nenó, noné,
nenó, noné,
caía, caía,
caía, caía,
-ía, -ía,
-ía, -ía,...
y el abismo
a mis pies....
Comprendí lo
angustioso
de la
situación,
letanía de
despedidas ...
pero...
llevo algo
en el bolsillo,
eso me colmó
de satisfacción,
algo que
metí antes del salto,
a modo de amuleto,
algo que
recogí del suelo,
el único que
me espera allá abajo.
Puse una
brizna en mi boca,
grité al
viento, y eso sí es cierto,
“¡TU NOMBRE
ME SABE A HIERBA!”.
Significó un
alivio ,
mas no
suficiente, porque...
noné, nenó,
noné, nenó,
nenó, noné,
nenó, noné,
caía, caía,
caía, caía,
-ía, -ía,
-ía, -ía,...
Una
revelación tuve...
la de la
relatividad...
con ella,
todo era diferente,
se
relativiza la distancia,
el tiempo,
el espacio,...
incluso la
formulación
te llena de
levedad,
sientes que
flotas,
te
desvaneces,
porque no
hay nada real,
yo
tampoco...
pero...
noné, nenó,
noné, nenó,
nenó, noné,
nenó, noné,
caía, caía,
caía, caía,
-ía, -ía,
-ía, -ía,...,
si bien,
plácidamente.
Probé con
todo lo que
venía a mi
mente...
“si falla la
química,
nos queda la
física”...
atracción –
repulsión,
campos
magnéticos,
electromagnetismo,
dinámica de
fluidos (ji,ji,ji,...)
física de
partículas,
cuántica
(cuánto te echo de menos)
pero...
noné, nenó,
noné, nenó,
nenó, noné,
nenó, noné,
caía, caía,
caía, caía,
-ía, -ía,
-ía, -ía,...
nada de
nada,
hasta que...
un respingo
di,
¡la de la
energía...!
¡no!... la
termodinámica...
primera... o
... segunda...
no sé, no
hay tiempo,
¡la segunda!
“la energía
ni se crea
ni se
destruye ...
únicamente
se transforma”.
Suspiré,
cerré los ojos,
pensé...
¡VIENTO!
Ligera como
una pluma,
tomé tierra,
o ella a mí.
Cerca se
escuchaba una radio,
un
estribillo se oía:
“Sólo quien
ama vuela”
Acabáramos...
Abril´2013