martes, 15 de octubre de 2013

HAY DÍAS...




Hay días que sí,
hay días que no,
y hay días
que veo pasar
la monotonía
tras el cristal...
en el árbol que cabecea,
en la hoja que se despeña,
en el cambio de color
tras la puesta de sol,
en el hombre que pasea,
en la araña que construye su red,
en esos ojos que me devuelven mi mirada.


Hay días que sí,
hay días que no,
y hay días
que no puedo más,
y me dejo llevar
como gota de agua
en la mar.

 Sin embargo, hay días
que deseo que rompa el alba,
ver tu rostro reflejado tras el mío
en el espejo del cuarto de baño,
cuando me lavo,
cuando me peino,
mientras te beso...
pero de esos...¡Hay pocos días!

Hay días que sí,
hay días que no,
y hay días que quiero  
que cambie la gravitación de la Tierra
y echar a volar...
y echar a volar,
agarrao a tu cintura,
planear en las alturas
que vida vamos a llevar.

Hay días que sí,
pero hay días que no,
lo único que quiero
es echar a volar,
por no escapar
por tierra o por mar...


Y echar a volar...
echar a volar...
a la orilla de la mar,
agarrao a tu cintura,
queriéndote un poquito más,
¡y echar a volar!
es lo que más deseo
cuando veo tu pelo moreno
rozar tu cintura de niña
a la orilla de la mar. 

                       Finis mundi

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